Por Gadeth Espinoza
Estudiante de Idiomas Modernos
El descubrimiento
Comprensión y disciplina es el significado del karate, extenso en sus raíces ya que, tiene una amplia historia que hay que recorrer. No escribiré de su historia ni menos de quién la fundo sino, de mi experiencia como karateca.
Comprensión y disciplina es el significado del karate, extenso en sus raíces ya que, tiene una amplia historia que hay que recorrer. No escribiré de su historia ni menos de quién la fundo sino, de mi experiencia como karateca.
Nunca me ha gustado la impuntualidad ni el desorden son
conceptos básicos en mí, tal vez lo herede de algún gen de mis padres así como
ese empeño en continuar con algo que me cautiva. Desde muy pequeña recuerdo que
me encantaba ver las películas de Bruce Lee, Jean Claude Van Dan o Jet Lee, me
impresionaba su forma de combate. Sabía que era ficción y que la realidad ere
diferente, no existía que el bueno triunfaba y malo moría solo pasaba en las
película no en la realidad.
Sin embargo, no sabía que tenía una oportunidad de vivir ese sentimiento de acción y emoción a ejecutar alguna técnica de combate.
Claro y preciso no lo puedo decir, el afán de llegar temprano antes comenzar las clases y ser la primera para saludar. Me considero una persona muy reservada pero, tengo más entusiasmo de lo que se puede imaginar. Tal vez, me canse durante las prácticas o que no este acostumbrada a correr. No culpo a nadie por no haberme esforzado tanto en educación física cuando estaba en el bachillerato de todos modos, uno siempre llega a corregir esos errores en el camino.
Por otro lado, el karate me ha llevado a otra emisora de vida; un sentimiento enorme que estremece todo el cuerpo. Yo a veces, como todo ser humano suelo equivocarme y decaer pero, recuerdo las palabras del sensei, hay que tener fuerza para pararse con optimismo. Canalizar ese defecto y transformarla en algo fuerte y estable. Nuestro verdadero enemigo esta en el interior por eso es la práctica para reforzar esas debilidades y convertirlas en potencia.
Una de las cosas más importantes es el equipo, un grupo que comparte, convive, se comunica y hacen amistades. Es lo más bello que hay en las sociedades. La familia del karate do, un trabajo con énfasis, carisma y potencia al cien por ciento, es lo que cada día vivo con el grandioso equipo.
Otras de las cosas que he aprendido es la paciencia, nadie aprende de la noche a la mañana jamás nunca en la vida. La paciencia es lo primero que se ve cuando comienzas, ves que te caes, no tienes estabilidad, todo te sale mal, te golpeas y eres torpe en lo que haces. Por eso, se aprende todos los días tenacidad, precisión, equilibrio, calma, velocidad, fuerza, respeto, disciplina, humildad y el deseo de seguir aprendiendo más y más.
La evaluación de uno mismo se percibe en los entrenamientos. La práctica simultánea ayuda para que uno camine por la línea recta, reconocer el bien del mal, andar con precaución y la actitud en todo a ejercer. Orden y disciplina, voluntad y paciencia, conducta y razonamiento es la esencia en esta práctica.
Ingrese como aspirante del karate do por dos motivos: primero porque siempre me ha gustado la disciplina que esta dentro del karate; segundo es para educarme y mejorar como persona, hay muchas cosas que debo disciplinar en mí.
Lo que me impresiona es la filosofía del karate, comprender a los demás, analizarse uno mismo y preguntarse porque hacemos las cosas, ambiciono conocer más y practicar más. Te enseña tener seguridad de ti mismo, acción y emoción; la gustosa idea de ejecutar una técnica no siento la más mínima distracción como en matemáticas. Además, el control es el saber administrar tus pensamientos para que no te lleve a actos indeseables. Por ende, el auto control es importante al emplear alguna técnica.
Llegando al final de mis pensamientos, visualizo el trazo del camino con cada mensaje de sabiduría. La vida puede tener miles de caminos y solo uno elige el que se desea ir. A veces he pensado que mi luz de mi vida se acerca por tiempos así que, nada es definitivo tengo mucho por recorrer para encontrar mi senda de vida.
El sensei me ha demostrado que practicando arduamente se puede llegar lejos y que el Karate es una disciplina en nuestro diccionario de vida. Agradezco a mis compañeros y un buen mentor como el Sensei Darwin Rojas. Gracias por todo.
"El KARATE DO es la disciplina más exquisita que hay en el mundo"
Sin embargo, no sabía que tenía una oportunidad de vivir ese sentimiento de acción y emoción a ejecutar alguna técnica de combate.
Claro y preciso no lo puedo decir, el afán de llegar temprano antes comenzar las clases y ser la primera para saludar. Me considero una persona muy reservada pero, tengo más entusiasmo de lo que se puede imaginar. Tal vez, me canse durante las prácticas o que no este acostumbrada a correr. No culpo a nadie por no haberme esforzado tanto en educación física cuando estaba en el bachillerato de todos modos, uno siempre llega a corregir esos errores en el camino.
Por otro lado, el karate me ha llevado a otra emisora de vida; un sentimiento enorme que estremece todo el cuerpo. Yo a veces, como todo ser humano suelo equivocarme y decaer pero, recuerdo las palabras del sensei, hay que tener fuerza para pararse con optimismo. Canalizar ese defecto y transformarla en algo fuerte y estable. Nuestro verdadero enemigo esta en el interior por eso es la práctica para reforzar esas debilidades y convertirlas en potencia.
Una de las cosas más importantes es el equipo, un grupo que comparte, convive, se comunica y hacen amistades. Es lo más bello que hay en las sociedades. La familia del karate do, un trabajo con énfasis, carisma y potencia al cien por ciento, es lo que cada día vivo con el grandioso equipo.
Otras de las cosas que he aprendido es la paciencia, nadie aprende de la noche a la mañana jamás nunca en la vida. La paciencia es lo primero que se ve cuando comienzas, ves que te caes, no tienes estabilidad, todo te sale mal, te golpeas y eres torpe en lo que haces. Por eso, se aprende todos los días tenacidad, precisión, equilibrio, calma, velocidad, fuerza, respeto, disciplina, humildad y el deseo de seguir aprendiendo más y más.
La evaluación de uno mismo se percibe en los entrenamientos. La práctica simultánea ayuda para que uno camine por la línea recta, reconocer el bien del mal, andar con precaución y la actitud en todo a ejercer. Orden y disciplina, voluntad y paciencia, conducta y razonamiento es la esencia en esta práctica.
Ingrese como aspirante del karate do por dos motivos: primero porque siempre me ha gustado la disciplina que esta dentro del karate; segundo es para educarme y mejorar como persona, hay muchas cosas que debo disciplinar en mí.
Lo que me impresiona es la filosofía del karate, comprender a los demás, analizarse uno mismo y preguntarse porque hacemos las cosas, ambiciono conocer más y practicar más. Te enseña tener seguridad de ti mismo, acción y emoción; la gustosa idea de ejecutar una técnica no siento la más mínima distracción como en matemáticas. Además, el control es el saber administrar tus pensamientos para que no te lleve a actos indeseables. Por ende, el auto control es importante al emplear alguna técnica.
Llegando al final de mis pensamientos, visualizo el trazo del camino con cada mensaje de sabiduría. La vida puede tener miles de caminos y solo uno elige el que se desea ir. A veces he pensado que mi luz de mi vida se acerca por tiempos así que, nada es definitivo tengo mucho por recorrer para encontrar mi senda de vida.
El sensei me ha demostrado que practicando arduamente se puede llegar lejos y que el Karate es una disciplina en nuestro diccionario de vida. Agradezco a mis compañeros y un buen mentor como el Sensei Darwin Rojas. Gracias por todo.
"El KARATE DO es la disciplina más exquisita que hay en el mundo"
